EL PARQUE LA
GOTERA EN LA CIUDAD DE MANIZALES SE VISTIO EL PASADO JUEVES 12 DE FEBRERO DE
ARTE, VIDA Y CONCIENCIA CON EL MUSEO ITINERANTE PSICONAUTICO.
El arte es el que
puede traducir a los sentimientos, lo que la gente no puede verbalizar en los discursos…
El arte es el visionario.
El arte de amar, de sentir, de visionar, de navegar, de
descubrir, de escuchar, de expresar, de crear, de compartir, Es todo un reto y
la manifestación profunda del arte de
dar vida y color al caminar, es el arte de sanar y de viajar al interior …
El semillero de investigación experimental plantas y
arte (adscrito a la maestría Cultura y Droga de la Universidad de Caldas invitó
a la comunidad universitaria en general y otros sectores de la ciudad a participar activamente en el proyecto abierto
y alternativo, denominado, MUSEO ITINERANTE PSICONAUTICO que permite al
transeúnte, al ciudadano observador familiarizarse con las plantas en una
instalación ambulante al aire libre, sin limitaciones espaciales al alcance de
todos y a su vez darle vida al territorio y fortalecer a través de las muestras
artísticas la mitigación, reducción de riesgos, el
consumo responsable, el conocimiento de las plantas de poder sagradas y sustancias
psicoactivas. Esta Primera intervención permitió llevar a un espacio abierto y
público en la ciudad muestras de obras artísticas de carácter psiconáutico, que
han dejado huella en escritos, libros de artista, dibujos, pinturas, audios,
mandalas, atrapasueños, acciones y diversidad de objetos.
Era un día que pintaba de “mucha fuma” y “algo de lluvia” como todos los
demás en el parque la gotera de la ciudad de Manizales. Cerca de la una de la
tarde del jueves 12 de febrero, soplaba fuertemente el viento y traía consigo
espesas nubes grises cargadas de lluvia, a su vez buenos presentimientos,
augurios, color, armonía, arte y magia.
Volaban ambulantes las nubes, viajaban de un lado para otro, rodaban
ambulantes los seres, los cuerpos, la vida, de un lado para otro rodaban,
caminaban, arribaban.
Mientras tanto se hacía cada vez más tenue la lluvia. Cinco gotas de agua caídas del cielo, iban
reemplazándose por dos, tres, cuatro, cinco, seis personas más en el lugar.
El tiempo corría y las nubes grises también lo hacían, se diluían y
mágicamente el sol aparecía. La calidez
fue convirtiendo el espacio en un territorio, habitable, tejido por la relación
humana, el respeto, la tolerancia, el reconocimiento y la inclusión. Un
territorio tejido con los hilos del amor. Hilos, seres, redes. entrelazad@s de
un árbol a otro, unid@s, floreciendo de la tierra como semillas.
El parque fue tiñéndose de color, de arte, de vida, de sonrisas, de
compartir, de conocimientos en torno a las plantas de poder, de reflexión, de
palabra, de abono, de psiconautas y de tejido consciente.
Los elementos de la instalación permitían el acercamiento de nuevas
personas al parque, llamaban la atención
de todo cuanto pasaba por el lugar y muchos no querían perderse de lo que
observaban así que deseosos de conocer se detenían minutos en un dialogo
silencioso, interno, primero consigo mismos para comprender lo que los elementos
a través de sus ojos, el olfato y otros sentidos podían percibir. Después se rompía el dialogo interno y se
permitía el dialogo de saberes y la
interacción humana. El respeto por el otro y la inclusión.
La instalación que aborda el viaje, el recorrido y la búsqueda personal y
colectiva de la luz y la visión, transmite eso mismo en el lugar, LUZ,
encuentro consigo mismo, con el otro, con las plantas, con el arte, la diferencia y posibilidad de Sanación. El viaje, sensibiliza, visibiliza y transmite arte
visionario, en la muestra de objetos
creados por los integrantes del semillero y otros sujetos participes de
experiencias psiconáuticas, se describe de manera artística la relación del
hombre con las plantas y las practicas psiconáuticas relacionadas con los
estados modificados de conciencia que permiten las plantas de poder y otros
métodos como la meditación, la respiración holotrópica, el yoga o los cantos
chamánicos. Los viajes (cualesquiera que sean) son experiencias extraordinarias
porque todos son diferentes, este jueves se viajo con el MUSEO ITINERANTE
PSICONÁUTICO, con su exposición ambulante, rodante, y viajera. Se entiende aquí
por psiconáutico, la decisión del hombre de viajar en su propia psiquis
encontrar conflictos, reflexiones y respuestas. Psiconauta es quien navega dentro de su propia
psique usando sustancias alucinógenas o de otro tipo de técnicas como las
mencionadas anteriormente que permiten la alteración de la conciencia.
Con el Museo itinerante psiconáutico, se viajó a través del arte
a un espacio consciente de visibilización de prácticas responsables, místicas y
con significado de espiritualidad. Los
transeúntes a partir del acercamiento al arte visionario viajaron a través del
color, los tejidos, las formas, las texturas, los aromas y toda la instalación
en general a un parque libre de
violencia, que respira transformación y humos conscientes. Este viaje permitió
a los caminantes acercarse con una mente abierta al cambio, a las sustancias
psicoactivas y a las plantas de poder, desde una visión artística y creativa
que desmitifica las sustancias y le imprime el carácter de lo sagrado a las
experiencias con ellas como una guía positiva que proporciona beneficios en sus
vidas a largo plazo, como medicina, como alimento.
El mensaje que se transmite en este Viaje, surge de la necesidad
de visibilizar la capacidad de artistas plásticos y empíricos de comunicar y
transmitir conocimientos relacionados con prácticas conscientes y sabiduría ancestral. Pues, la
experiencia psicodélica como una experiencia mística psiconáutica es un tipo de
proceso de depuración, es el estado donde se desnuda el ser humano. Y el arte entra a mediar en este despojo.
Pues el hombre que se explora “se quita la ropa, se despoja un poco de los
excesos de la cultura, para verse a sí mismo, en este cuerpo humano pero sin
caretas ni mascaras, menos histórico y
más natural, más humano. Luego a través del color, el tejido, la
intención, se transmite la visión y de
nuevo, “El hombre se convierte en algo parecido a un espectador” como decía
Platón. Un observador de su propia esencia y luego un observador del arte que
ella refleja.
El concepto de este museo o galería itinerante es una
alternativa en la que las personas se acercan y conocen este tipo de arte sin
tener que desplazarse a un museo convencional, y no solo está compuesta por
objetos relacionados con el arte y las plantas, sino que a partir de la actuación performatica en el lugar, se
generan reflexiones, charlas, y talleres que permiten comunicar diversos conocimientos y el valor que tiene la intención en este Viaje y en las practicas relacionadas con los
estados modificados de conciencia.
“El valor de una acción está determinada por la intención que
le genere” Buda.
En un ambiente pleno
de buenas intensiones de buenos deseos y de magia, se respira sanación, armonía
y creatividad. El sahumerio como sanación,
genera una onda positiva que contrarresta todo elemento negativo del ambiente,
estimula la parte psíquica del individuo
poniéndolo en sintonía con momentos de la vida no tan cotidianos, imprime
cierta calma en la mente, paz interior y elevación a otros grados de
conciencia. Así, el colorido y el aroma invitan al transeúnte, abre la puerta
al intercambio. Este, decide involucrarse en la muestra artística,
observa, pregunta, cuestiona, indaga se interesa en la creación y la
exploración, prepara su tierra, abona su espíritu y permite que la semilla
germine.
Semillas y arbolitos
también estuvieron presentes en la muestra itinerante, manifestando la
vitalidad y belleza de los frutos de la tierra y la buena intención de las
manos que la siembran abonan, velan y cuidan ese crecimiento.
De esta manera hubo
intercambio y donación de arbolitos y semillas de Borrachero o floripondio,
hubo exposición y venta de medicinas en donde estuvo presente el abuelo fuego,
el abuelo tabaco, la mama coca, la mama Maria, la mama agua, alimentos para el alma
y el cuerpo, mantequillas, aceites, mermeladas, sándwich, pasteles, tortas de
chocolate y otros.
El color, la vida y el arte estaban latiendo en esta muestra,
los mandalas, atrapasueños y ojos de dios ubicados siguiendo los cuatro puntos
cardinales enviaban estímulos de equilibrio total en todos los niveles.
Establecían en el lugar Amor universal, bondad. Paz interna,
autovaloración y permitían equilibrar las
emociones, ayudaban en cierto modo a liberar los resentimientos, el enojo, la
culpa, los celos. Al mismo tiempo
preparaban el espacio para dar inicio al taller de creación, a la exploración
de los asistentes y participantes de sus habilidades artísticas y de conexión
con elementos naturales.
En este dialogo
continuo de saberes, interdisciplinares y complementarios, hubo un compartir
especial de creación, en donde a través de ciertos materiales y manipulación,
perfeccionamiento y reconocimiento de ellos fue posible construir un instrumento musical autóctono, propio de
la cultura Guaraní y dirigido por el músico Andrés Arias López.
Para dicha actividad fue necesario tener presente los siguientes
elementos,
-1calabaza/totumo
- palito de madera (como los palillos chinos)
- Una pluma (tamaño mediano o grande)
- Bisturí o herramienta para trabajar madera
-Hilo o nylon
-Cola o pegante para madera
Ya con ellos listos los participantes labraron
su propio instrumento el Zumbador Guaraní, paso a paso, con total concentración
y con la intención siempre presente
La construcción del instrumento o zumbador guaraní, puso de manifiesto la
importancia del sacrificio, de la búsqueda constante por el perfeccionamiento y
también del respeto por los elementales y la misma cultura.
Como instrumento de viento, culturalmente utilizado de manera colectiva y
sagrada en tiempos de sequia, el zumbador guaraní tiene toda una connotación
cultural y se le asigna el poder de llamar e invocar con todo respeto el espíritu del agua, el
liquido vital que corre por montañas y valles sagrados, que viaja en el alto
cielo, fluye y moviliza.
Pasaban los minutos y ya el instrumento armónicamente regalaba vibración
y sonido al parque la gotera. Los
asistentes terminaron su creación artística y musical y llevaron consigo una nueva experiencia,
conocimientos de pueblos milenarios y practicas antiquísimas.
Fue satisfactorio y gratificante para algunos encontrar en el museo la
participación activa de los transeúntes, la exploración de sus habilidades y la consecución del objetivo sonoro. Para
otros implico ciertos sacrificios, renuncias, búsquedas interiores de
reconocimiento con los elementos propios o materiales, niveles elevados de
concentración y sobre todo manejo de la intención. Se dio por terminado el
taller con la creación de 6 Zumbadores guaranís.
Y así, las personas seguían fluyendo igual que el agua que invocaba aquel
instrumento, fluctuaban de un lugar a otro, en movimiento seguían observando y en disposición
a compartir siempre.
El movimiento, especialmente el de la palabra, el movimiento de ideas fue fundamental en este recorrido,
estuvo presente siempre y permitió el cierre de la actividad con la hoja de
coca sagrada.
El mambeadero itinerante, como propuesta alternativa de reconocimiento de
la hoja de coca sagrada en nuestra cultura, esta creado para la discusión de temas que conciernen a nuestra población
con relación a la planta de poder y la vinculación de los sujetos participes de
la política, la construcción colectiva de comunidad y sociedad. Permite tertuliar un poco, darle poder y
significado a la palabra, sentido a los mitos y las leyendas que se configuran.
También recuperar la memoria, desmitificar su uso, re significar tanto el
espacio donde se mambea, como también la práctica, transmitirle a los espacios
de la ciudad sanación, armonía y
reconocimiento del poder y respeto que la planta se merece.
De esta manera se le fue dando culminación al museo
itinerante psiconautico, a partir de un dialogo
fluido y continuo, la recopilación de ideas, sentimientos y experiencias
en torno a toda la jornada.
Un viaje que no termina regido por el amor y el respeto al otro y a las
plantas, un movimiento constante de la palabra, del conocimiento, el
reconocimiento del poder sanador y visionario del arte, la suma de muchos tejidos, de redes de manos
dispuestas a creer, crecer, crear y confiar en el cambio.
Este, Museo itinerante psiconautico, seguirá su camino, recorriendo
territorios de la ciudad, transmitiendo el mensaje, mitigando riesgos,
aportando a la solución de problemáticas asociadas con el abuso y consumo de
sustancias psicoactivas. Seguirá su viaje, Un viaje a través del vehículo del
arte, a través del cuerpo, del lenguaje, de la bicicleta, el carro y
especialmente la mente humana, la psiquis.
Navegando por paisajes grises, coloridos, oscuros, aterrorizantes, y
dejando la huella de la transformación, la reflexión y la sanación. Impregnándole
vida, magia y color al territorio que es el cuerpo, la mente y la ciudad. Venciendo
miedos y llenando vacios, rompiendo con el estigma y la satanización a las plantas de poder, explorando,
aprendiendo, compartiendo, construyendo.
Llevando arte y vison a muchos rincones donde no se sabe que es un museo,
al alcance de muchos, alternativo, no
convencional y performatico… Disfrutando este viaje y este sueño que es la vida
…
“Como hijos de una cultura luminosa que en su
soberbia se ha auto-restringido a experimentar y comprender la realidad dentro
del marco de su único y limitado punto de vista, y como herederos bastardos de
antiguas y valiosas tradiciones espirituales a las que la ciencia y las
religiones de letra muerta nos han enseñado a menospreciar e ignorar, acaso se
encuentra hoy en nosotros la posibilidad de recuperar, de forma responsable e
inteligente, estas puertas de acceso a las vastas realidades que, en nuestra
miopía, hemos sido educados para considerar inexistentes.” CHRISTIAN BRONSTEIN -
18/11/2011
Nota: Gracias
totales! A quienes participan en este proyecto y abonan la tierra de la
transformación … a todos todos un abrazo intergaláctico y de agradecimiento
TRABAJO
COLECTIVO SEMILLERO DE INVESTIGACION EXPERIMENTAL PLANTAS Y ARTE.
Escrito: Ginna
Lizeth Beltran Perez
Fotografía:
Angela Patricia Zea Betancur