PLANTAS Y ARTE

El espíritu humano se ha manifestado de múltiples maneras en su tránsito por el mundo, a partir de la variedad de formas en que se ha relacionado con él. Los artefactos líticos empleados para la caza son un ejemplo de ello. Las pinturas rupestres son otro; como también lo es la disposición de distintos elementos con fines funerarios. La elaboración de atuendos; la construcción de viviendas, también, entre muchas otras manifestaciones que inevitablemente nos conducen al concepto de cultura. Cultura: el acto volitivo de cultivar las diversas manifestaciones humanas de la relación primordial entre el ser humano y el lugar que lo acoge, su entorno natural. El espíritu humano es uno con él y la manera en que moldea y da forma a esta relación originaria es el arte de su cultura.

Desde tiempos inmemoriales, las plantas, portadoras del poder de abrir y conducir el espíritu humano hacia las diferentes dimensiones de percepción de la Vida, otorgándole la virtud de comprender su existencia, han acompañado al ser humano. En qué medida han influido sobre el moldeamiento de su arte cultural?, no lo sabemos. Pero por la antigüedad de su relación, podríamos afirmar sin temor alguno que el sello de esta interacción está presente ahí. Y lo sigue estando, aun en una época como la nuestra en que, particularmente en la cultura Occidental, han sido relegadas al ámbito de lo prohibido, perseguidas y demonizadas, quedando a la sombra un conocimiento que, por el escarnio público al que han sido sometidas, produce temor.

La presente propuesta busca la exploración de este conocimiento, de ésta antiquísima amistad, desde diferentes ámbitos y puntos de vista. Empezando por la indagación de las manifestaciones artísticas fruto de tal amistad, partiendo de una perspectiva más amplia del concepto de arte, más esencial, asociada con lo bosquejado al comienzo de esta presentación. Esto es, una postura desde la cual podamos mirar con nuevos ojos las manifestaciones del espíritu humano en su relación con las plantas, tanto en épocas pretéritas como actuales.

OBJETIVOS GENERALES

· Explorar la relación entre el hombre y las plantas de poder con arraigo cultural en sus diferentes manifestaciones artísticas.

· Ampliar la mirada sobre el concepto de arte y su relación con las plantas.

· Abordar las manifestaciones artísticas fruto de esta relación en las diferentes épocas del espíritu humano.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

· Estructurar un semillero de investigación que desarrolle el tema sobre plantas y arte.

· Rastrear dentro de la historia del arte artistas con experiencias evidentes referentes al consumo de drogas y la consecución posterior de la obra plástica.

· Convocar a estudiantes interesados en investigar sobre la relación especifica entre drogas y arte.

· Organizar exposiciones, conversatorios, tertulias y discusiones sobre expresiones artísticas de este tipo a partir de convocatorias abiertas a toda la comunidad en general.

MISIÓN: El semillero de investigación experimental Plantas y Arte, es un colectivo comprometido con promover el respeto en las relaciones humanas con las plantas (sagradas, maestras, de uso tradicional y ritual), a través del arte como dimensión expresiva de la vivencia sagrada de la vida.

VISIÓN: El semillero de investigación experimental Plantas y Arte, será un colectivo multidisciplinario que generará espacios de convergencia para la expresión artística, como vehículo de la valorización de la herencia espiritual legada por las plantas en sus diversas relaciones con el ser humano.


METODOLOGÍA: Métodos de investigación experimental. Apreciación artística, Talleres de arte, Cine, vídeo, literatura.

jueves, 29 de octubre de 2015

LOS ‘NIÑOS SANTOS’ : UNA EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE Y SANACIÓN. Cuento ganador del concurso literario Psiconáutico de la asociación para el estudio y divulgación de la medicina psicodélica (AEDMP)



LOS ‘NIÑOS SANTOS’[1]: UNA EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE Y SANACIÓN 
Por Duván Rivera
Son ya siete años desde aquella primera vez que los recogí en el campo y entré en comunión con ellos. Son ya siete años en los que mi visión del mundo ha ido cambiando paulatinamente. Siete años en los que paso a paso los ‘niños santos’ me han ido mostrando y descubriendo el mundo del espíritu, poniéndome en contacto con lo sagrado en mí y el mundo. Siete años de vivencias, necesarias para comprender que para aprender hay que sanar y que mientras sanamos aprendemos.
Recuerdo muy bien a Antonio, un joven de Villavicencio, calmado, de voz suave y de pocas palabras −cuando no estaba entre gente de confianza−. No lo conocía muy bien, pero en ocasiones conversaba con él. En principio había invitado a una amiga a buscar hongos el fin de semana en un sector a las afueras de la ciudad de Manizales, llamado Maltería. El temor de ella la llevó a proponerle que me invitara. Nos citamos para el sábado a las ocho de la mañana. Ella no acudió. Sólo nosotros dos fuimos. Ese día yo encontré los honguitos.
Fue una experiencia suave, calma y delicada. Antonio hizo de guía. Desde aquél día no me he separado de ellos. Ésta y las siguientes experiencias en Maltería avivaron en mí la llama del espíritu ahogada, en aquel entonces, por escombros llenos de palabras y más palabras. Ellos la avivaron con el viento −su gran aliado− que traía consigo alegría y espontaneidad a mi espíritu.
Así, luego de conocer la historia de María Sabina, comencé a preparar veladas con los honguitos. Incienso, música y una pregunta era lo que en aquél entonces preparaba. Mi intención estuvo y ha estado siempre dirigida a aprender. Aprender para cambiar, para transformarme. Así, todo alrededor de la velada empezó a cobrar sentido hasta el más mínimo detalle. Esta telaraña de sentido comenzó a extenderse más allá de la ceremonia, entretejiéndose en ella mi vida cotidiana, mi historia personal, a través de un hilo de conciencia en la mano de alguien o algo que no era yo. De esta forma, iría descubriendo paulatinamente aquellos hábitos que me obstaculizaban avanzar. Algunos de ellos adquiridos por la formación académica; así que deshacerlos era algo que demandaba paciencia y la comprensión de que ellos no lo eran todo; de que hay algo más; de que hay otras voces; otras formas de ver y vivir, es decir, comprehender que el mundo no es lo que creemos que es.
Mi experiencia con los ‘niños santos’ es y ha sido la historia de una relación de amistad. Así que para finalizar este breve escrito, sólo me queda decir que Ellos muestran las verdaderas dimensiones del amor y brindan la posibilidad de comprender las cosas en su esencia. Ellos, y de por sí toda planta sagrada, exigen honestidad. Fuente que permite que el ser fluya hacia un saber. El saber intrínseco a la vida.
Mural en honor a María Sabina en la plaza central de Huautal de Jiménez. Fot. Duván Rivera. 2009

Plaza Central del pueblo. Fot. Duván Rivera. 2009

Iglesia con imágenes alusivas a los 'niños santos', en el camino hacia la casa de María Sabina y al cerro de la Adoración . Fot. Duván Rivera. 2009






[1] Éste es uno de los nombres que los mazatecos de la Sierra Madre Oriental en Oaxaca, México, le dan a los hongos sagrados. 

lunes, 26 de octubre de 2015

EVENTO: VIII Congreso Colombiano de Botánica (Manizales, Agosto 2015) SIMPOSIO “OTRAS VISIONES: ENTEÓGENOS Y EMBRIAGANTES ANCESTRALES”



En el marco del Congreso Colombiano de Botánica, biodiversidad y País, se desarrollo una jornada académica de carácter alternativo a las propuestas que se han venido presentando en materia de plantas embriagantes. El simposio organizado por el grupo de Investigación en Cultura y Droga y el Semillero de Investigación Experimental Plantas y Arte, fue denominado; “OTRAS VISIONES: ENTEÓGENOS Y EMBRIAGANTES ANCESTRALES”, contó con la presencia de dos invitados internacionales de Italia y Perú , Giorgio Samorini y Carlo Brescia,  dos investigadores nacionales  de amplio recorrido investigativo en materia de plantas, enteógenos, arte contemporáneo y chamanismo Jorge Ronderos Valderrama, Hugo Fernando Tangarife y una joven socióloga investigadora nacional Ginna  Lizeth Beltrán Pérez , dedicada al estudio de estos mismos temas.
FECHA, HORA Y LUGAR:  Martes 4 de agosto de 2015,  2:00 pm a 5:30pm

Lugar : Auditorio Roberto Vélez, Sala YARUMO. Sede Central, 
Universidad de Caldas, Manizales Entrada Libre


PROGRAMA SIMPOSIO “OTRAS VISIONES: ENTEÓGENOS Y EMBRIAGANTES ANCESTRALES”

PRÁCTICAS SOCIOCULTURALES ASOCIADAS AL USO DE LA MARIHUANA, EMBRIAGANTE ANCESTRAL, EN CONTEXTO UNIVERSITARIO: ESTUDIO DE CASO UNIVERSIDAD DE CALDAS
BELTRÁN-PÉREZ, GINNA LIZETH / Semillero de investigación Experimental Plantas y Arte, Universidad de Caldas.
La ponencia tiene como objetivo principal describir las diferentes prácticas socioculturales asociadas al uso de la marihuana, embriagante ancestral, por parte de los estudiante de la Universidad de Caldas, con el fin de identificar las motivaciones del consumo, los medios que emplean, el momento en que lo hacen y los espacios que comparten, llegando a establecer ciertas particularidades y generalidades en el consumo por parte de este tipo de población que van más allá de la práctica cotidiana.
Palabras clave: Marihuana, Prácticas socioculturales, Usos, Universidad de Caldas
CHAMANISMO, DROGAS Y ARTE CONTEMPORÁNEO.
TANGARIFE-PUERTA, HUGO FERNANDO / Semillero Experimental plantas y arte, Universidad de Caldas.
La ponencia trata de evidenciar procesos artísticos contemporáneos relacionados con las prácticas chamánicas y el uso de las drogas en la creación artística. Estos procesos se enfocan en la búsqueda de la creatividad por medio de la participación en rituales donde las plantas enteógenas son parte fundamental de la experiencia. Por otro lado existen artistas que utilizan las drogas como un medio de protesta contra el sistema de regímenes en diferentes países. La metodología de la ponencia consiste en realizar un breve análisis de los artistas y sus obras, por medio de imágenes y textos que facilitan la observación e interpretación de las obras por medio de los participantes.
Palabras claves: Arte, Contemporaneidad, Chamanismo, Drogas.  
                                                           Presentación de Hugo Fernando Tangarife. Foto: Giorgio Samorini

LA ETNOMEDICINA INDÍGENA DEL YAGÉ. PREPARACIONES Y PRÁCTICAS EMBRIAGANTES EN MARCOS RITUALES INTERÉTNICOS EN MANIZALES.

RONDEROS-VALDERRRAMA, JORGE / Director grupo y línea de investigación Cultura y Droga, Universidad de Caldas.

Con base en la tesis doctoral DINÁMICAS INTERÉTNICAS Y RE-SIGNIFICACIÓN DE IDENTIDADES, EN EL RITUAL DE LA ETNOMEDICINA INDÍGENA DEL YAGÉ EN MANIZALES-COLOMBIA, (http://agusvinnus.prodiversitas.org/tesis/ronderos.pdf) realizada por el expositor, se expone descriptiva e ilustradamente a partir del trabajo de campo, la relación entre plantas embriagantes ancestrales y seres humanos en rituales interétnicos que se realizan en centros urbano rurales de Manizales y Eje Cafetero, se valoran hipotéticamente algunos potenciales cognitivos y espirituales y posibilidades de usos etnoterapéuticos, se describen en el campo propiamente etnobotánico, casos emergentes de intercambios interculturales de conocimientos científicos y no científicos, re-significación de identidades, beneficios y limitaciones, riesgos en contextos y condiciones específicos aportada por el trabajo etnográfico y se proyectan algunas conclusiones.
Palabras claves: Etnomedicina del yagé, Plantas embriagantes, Rituales, Dinámicas interétnicas.


DIEZ MIL AÑOS DE APRENDIZAJES A PARTIR DEL ENCUENTRO ENTRE UNA ESPECIE CACTÁCEA Y LAS SOCIEDADES HUMANAS

BRESCIA, CARLO / Vasos comunicantes.

A través de esta ponencia, a partir de una investigación personal revisaremos de una manera ínter y transdisciplinaria las relaciones ancestrales, históricas y contemporáneas entre el cactus Trichocereus y el ser humano en el contexto sudamericano. Asimismo, elaboraremos en forma teórica las contribuciones de estas relaciones para la civilización humana en los Andes. El objetivo es brindar a los asistentes desde la perspectiva de los estudios culturales una puesta al día sobre los conocimientos relacionados a la arqueología, antropología, historia, botánica, farmacología y medicina a esta especie botánica, entre otras áreas del saber.
Palabras claves: Cactus, Andes, sudamericano.

                                                                      Presentación de Carlo Brescia. Foto: Giorgio Samorini

EL RITO INICIÁTICO DEL CULTO AFRICANO DEL BUITI Y SU PLANTA PSICOACTIVA IBOGA
SAMORINI, GIORGIO
Se describe el culto religioso africano del Buiti, en el cual se utiliza como sacramento visionario la planta de la iboga, dando particular atención al dramático rito de iniciación que el autor pudo vivir en su propia piel entre los Fang del Gabón.
Palabras clave: Ritual, Iboga, Culto, Enteógenos

Conclusión
Fue un simposio académico en el que se dejo claro una perspectiva de estudio y análisis abierta, una alternativa diferente al abordaje tradicional de asuntos relacionados al tema de las sustancias enteogenicas o embriagantes.  Allí se planteo que desde la investigación científica, juiciosa y rigurosa en ámbitos no solo botánicos sino también sociales, culturales es posible abordarse el fenómeno y comprenderse más allá de la sustancia, el uso y las practicas que desarrollan diferentes culturas, su connotación de sacralidad y  los ritos iniciáticos.

En este link puedes revisar el Libro de Resúmenes:

miércoles, 14 de octubre de 2015

Encuentro con plantas maestras: WACHUMA



Honrando la vida en la tierra, madre que nos permite encontrar-NOS, seres humanos, no humanos, espíritus del bosque, espíritus presentes en todo lo que habita el universo... Compartimos en amor las experiencias y reflexiones tras la ceremonia con la planta maestra Echinopsis pachanoi - Wachuma*, originaria del Perú, que ya se usaba desde el año 3,000 A.C. en Chavín de Huantar, el primer centro de iniciación espiritual de América del Sur. La planta tiene un uso sagrado y medicinal,  nos permite conectarnos directamente con la divinidad en cada uno y así sanar nuestras dolencias más profundas y abrir la consciencia hacia el autoaprendizaje, relacionarse con humildad, eliminando todo ego, toda estructura racional, permite establecer relación con piedras, animales, con el fuego, con cualquier vegetal, con las estrellas, con el Universo en su conjunto.

Foto: Tito Maguiña

En la Vereda Buenavista, Manizales, el 7 de Agosto de 2015, nos reunimos a Celebrar la vida en consciencia de amor, con la guía de la planta maestra, en compañía de Carlo Brescia, un hombre sensible y carismático quien cosechó, preparó, y lideró la ceremonia tras la participación en el VIII Congreso Colombiano de Botánica  y presentación  en el Simposio “Otras visiones: Enteógenos y Embriagantes ancestrales”.

Ya pasaban las 8 de la noche, y en Común-Unión 12 personas dispuestas, con corazón abierto al cambio y a la transformación interior se presentaron a sí mismas y a sus antepasados, en busca de una conexión profunda, que equilibre el sentir de la vida cotidiana, expandiendo la sabiduría del amor.

Luego, vino la toma: era un vaso de una bebida verde vibrante, viscosa. La bebimos agradecidos  y sedientos de sentir nuestras raíces...luego cada uno a meditar.

Entre la vigilia y el sueño, el acompañar del fuego, cantos y risas, inciensos e instrumentos musicales, se recreó un ambiente de sagrada existencia estableciendo conexiones, evocando memorias y pensamientos que normalmente no observamos.

Foto: Marcela Orrego



*Wachuma  palabra quechua que significa literalmente "Estar sin cabeza; descabezarse; cortarse la cabeza; cortar el pensamiento racional; cortar el ego". Es una voz Quechua que se divide en Waqcha que significa "ausencia de" y Uma que significa "Cabeza",  también llamado cactus San Pedro después del colonialismo .




RELATO DE EXPERIENCIAS Y REFLEXIONES:        


Ginna.
LA WACHUMA EN MÍ. WACHUEXPERIENCIA, WACHUFAMILIA 



Fotografía: Clara Inés
Cámara: Claudia Marcela

Sentía que me encontraba en ceremonia desde días antes, desde que abría los ojos cada mañana, agradecía humildemente y el prana me alimentaba, en el compartir consciente de planticas maestras vibraba sin PENSAR, hasta en el mismo sueño SENTÍA la presencia de la AMISTOSA Wachumita. Entendí por la experiencia propia, que la preparación física y espiritual abre las puertas a la percepción con o sin planticas, que cada segundo, cada respirar se convierte en una experiencia sagrada, en una celebración a la vida misma, en una fiesta de colores. Que puedo vivir en un mundo ampliamente desacralizado pero si vibro en amor y respeto por mí misma, por el otro y por la pacha, estoy haciendo caso omiso a ese pensamiento cartesiano, estoy  danzando en unidad, maravillada por la MAGIA existente, revolucionando, en AMOR en COM.UNION con el todo.!

El día de la ceremonia, desde el mismo canto en la mañana sentí fortaleza, la importancia de respetar a cada ser que se cruza en nuestro caminar, por mas diminuto o débil que sea, la importancia de perdonar,  de ver a los ojos de mis herman@s sin resentimiento, de cantar desde el corazón y que la nota en la que vibre sea AMOR. 

MAS DE MIS SENTIRES: Amor, muuuucho Amor. AGRADEcimiento, muuuucho Agradecimiento. PerDÓN muuucho perdón, aceptación, reconocimiento, CREATIVIDAD, reconciliación, Bienestar, Comunidad. Sentí que se abrieron ciertas puertas, que hubo magia, encanto, compatibilidad.  Sentí la transmutación llegar con los espíritus del fuego & del viento, Sentí a l@s Abuel@s medicina sentad@s en circulo con todos nosotros alrededor del maestro fuego, a la lunita iluminando nuestros corazones con su luz, la wiphalak como estandarte con sus colores recordándonos nuestras raíces, los andes, las cordilleras, el KUMANDAY,  allí también estaba mi linaje femenino, mi familia de sangre y espiritual, mi amiga y maestra SEMILLA <3 , todos contemplando, compartiendo, enseñándonos, VIBRANDO, sanado. Sentí respeto por las medicinas que nos acompañaron, por los alimentos que bajo la tierra ofrendamos, cocinamos, con los que gozamos, imaginamos, olimos y aprendimos a valorar. Respeto por cada uno de los seres que vibraron al tomar las planticas y por la bella Abi, la pequeña que descansaba y vibraba también en amor, magia y conciencia.  Tierra, Agua, Aire, Fuego, Alimentos, Tabacos, Instrumentos, sonidos y latidos del “corazón cristal del planeta” estaban dispuestos para esta celebración y compartir que se desarrollo en total ARMONÍA. Al tomar la sagrada planta, cosechada y preparada con respeto, amor y bonito compartir, hasta ser líquido viscoso, verde sanación, sentí la plantica maestra entrelazándose en amor por todo mi cuerpo, en un gran abrazo nos aceptamos la una a la otra, nos conectamos de corazón a corazón para viajar a legendarias tierras, a los sagrados territorios donde nace, crece y florece la semilla, la sensibilidad, la medicina, el amor, la luz, el conocimiento ancestral y el arte. Viajamos abrazadas al mundo del reconocimiento del poder y la magia que derriba fronteras. Pasados unos minutos, me embargó el frío y la sensación de querer desprenderme y sacar lo que no necesitaba. Entonces humildemente, me despojé de lo oscuro y vago, de la frialdad que intenta helar mi corazón, vomité lo que me estaba intoxicando, perdoné y sentí como se encendió una llamita azul en mi interior, me cargué de valor, me empoderé y me cobijé con el amor de esta familia que alrededor del fuego elevaba rezos multitonos, con melodiosas voces, mensajes DIVINOS, instrumentos que se colaban por todo mi cuerpo, me hacían vibrar en conciencia, guiaban mis pintas y sentires. Visioné a CarLo y a LUZma, como ABUELOS, guardianes, maestros y guías, confié en sus hermosas intenciones, en el amor que expiden sus claros corazones.  Agradecí  por esto. Fue un privilegio sentirlo, un regalo maravilloso. También sentí, El abuelito fuego, la tierra bajo mis pies y  la gran serpiente como mis guías espirituales. Me enraicé, también me arrastré, navegué por profundos mares y recuerdos, fluí, corrí como loba, salte como humana, volé como ave… Esta última fue de las experiencias más sentidas, tanto así que brotaban alas de mis extremidades, bellos y coloridos plumajes. No aguanté, cedí el control y a medida que se formaban estas alas con mensajes directos e indirectos como metáforas, brotaban con sentimientos encontrados lágrimas de mis ojos, agua fluyendo, soltando, liberando. lloré por que más allá del vuelo, en esta ceremonia y días posteriores en los que seguí ritualizando la vida, continúe sintiendo, volando y  comprendiendo el mensaje que la wachumita ha traído para mi vida, y que las otras planticas, rumis, inciensos y abuel@s medicina me han venido mostrando y enseñando …
La plantica y sus enseñanzas se quedaron en mi, sus espinas constituyen el resultado de la transformación, que como aprendí con Carlo “ VASO A VASO, PASO A PASO” se va configurando  …  ahora el resto de la tarea está en mis manos y solo yo decido emprenderla y seguir caminando con ella como guía, como sabia maestra.

Fue una maravillosa WACHUEXPERIENCIA, GRACIAS  WACHUFAMILIA … de  corazón AGRADEZCO al Gran espíritu por poner a estos bonitos seres en mi camino y con su MAGIA, amor y alegría seguir encantando este mundo …  Infinitas Gracias a tod@s, a TODO…  A CARLO y la LUCECITA BELLA …   a CLARITA, a él HONGUITO Y LA MAGICA SEMILLA,  A JORGE, CLAUDIA y HERNANDO, A LA MARIPOSITA LUNAR , A JUAN CAMILO , A LUNANDRA, SEBASTIAN y MARGARITA, GRACIAS, Los ABRAZO DE CORAZON en AMOR y espero seguir haciendo magia con uds…  

                                                                                  
                                                                              Fotografía: Carlo Brescia
                                         

Luz Mary.
Mis sensaciones son Fortaleza, capacidad, me siento preparada, me gusto, todo es perfecto.
La senda espiritual es posible palparla desde la consciencia del amor, canalizada por la esencia de la planta, medicina poderosa que enfoca el movimiento de la energía llevándome ante la presencia de todas las presencias; el fuego revela los elementos firmes de vida, en mi cuerpo, en mi mente, el humo eleva mi alma danzando con el viento.
La compenetración me lleva a fluir en la voz, el canto de las profundidades, de todos mis huesos, en conexión armoniosa con el linaje, la hija, el hijo, la madre, el padre, la abuela, el abuelo…mi cuerpo es vibración, recupero la confianza y el disfrute de comunicarME, de abrazarME, de compartirME, de amarME…Siento la fiesta de la vida, mi alegría como medicina!


Foto: Marcela Orrego

Lunandra.
Al encuentro con la medicina sagrada, que ensancha el corazón, unifica sentimientos y aclara las dudas que trae el tiempo. Es un privilegio tan grande fusión. Espíritus que danzan a través del fuego, sonrisas que sanan, cantos que llevan la consciencia a encontrarse con nuestros ancestros; un viaje al interior del ser, donde abre las alas y circunda el sendero de la armonía y conexión con nuestra madre tierra. Pachamamita llena de colores, aromas envuelta en el manto verde que ha estado nuestra esencia...Y el privilegio de vibrar al unísono con seres tan maravillosos como ustedes...AHOO!

Carlo.
Mis sensaciones: amor, comunidad, ser parte de la familia humana, humildad, gratitud. Cada ceremonia es especial, con plantas y sin plantas, cada ceremonia de wachuma es especial, cada momento en nuestro camino es único. La vida en consciencia, como me dijo Luz Mary, es una ceremonia. La ceremonia de wachumita anterior a la nuestra fue solo con mi hermano Louis-marie aquí en Huaraz: una de auto conocimiento, de descanso, de sanación. Luego de la nuestra, he compartido dos ceremonias: una de ayahuasca aquí y otra de wachuma en nuestra costa desértica. En esta última estuve acompañando principalmente en la música. Desde que empecé a conocer la wachuma, mucho he aprendido y soy consciente de que me falta tanto por aprender, y desaprender también. Y rescato mucho esa palabra: “consciente”, y reflexiono mucho sobre cómo ser consciente en todos los lados de mi vida, en el cotidiano, y en las ceremonias también: buscando fluir de manera consciente con mis pensamientos, mis sensaciones, mis palabras, mis acciones, y seguro más. Había convidado medicina antes, pero siempre con amigos, grupos más pequeños. Y al convidarla allá en la casa de Luz Mary sentí lo mismo: estaba compartiendo la medicinita de los abuelos y abuelas, nuestra medicina de todos toditos, nuestra medicina de la pacha, a hermanitos y hermanitas. Hermanitos y hermanitas con sus caminos, con sus aprendizajes, con sus enseñanzas, con sus búsquedas, con su auto exploración/conocimiento, con sus compartires, con sus generosidades, con su amor, con su cariño. No me sentí un extranjero en tierras nuevas y extrañas, me sentí en familia, me sentí en casa, muy bien bienvenido en esas tierras kumandayseras que también son mías, porque no hay fronteras, no hay fronteras entre nuestros corazones y ese amor que vive y vibra en cada uno de nosotros. Estamos todos conectados, desde siempre. Todo lo que es, es parte del todo. Todos somos parte de lo mismo, de una unidad que va más allá de nuestra comprensión. Mi consciencia comprendió una vez más eso, desde mi mente, mi corazón, mi cuerpo, mi espíritu. Cada uno es diferente, cada uno viene de manera consciente e inconsciente con diferentes razones a la ceremonia, al compartir. Y el amor del ser divino dentro de cada uno sabe por qué ha llegado. Estábamos todos los que debíamos estar. Cada uno aporto con más cosas que su presencia, risas, cantos, música, sabidurías, cosas por trabajar. Juntos nos sanamos mejor, todos somos espejo del otro. Y al compartir medicinas como esta en familia aprendemos más, nos sanamos más, nos reímos más. La pacha, la vida aquí, allá y más allá, quiere que seamos felices, que resonemos con la vibración del cosmos. Como buena plantita maestra, la wachumita trae sus sabidurías, abre puertas que tal vez estaban cerradas, trabaja dentro de nosotros y muchas veces no nos damos cuenta de lo que ha pasado. Y cuando lo hace, tal vez nos demos cuenta un par de años después, o tal vez nunca, es parte del gran misterio de la vida, que hay que aceptar y hay que rendirse ante él. Fue lindo compartir cantos, música, risas, frutitas, papas cocinadas bajo el fuego sagrado, con todos ustedes. Fue lindo compartir conversaciones. Fue lindo recibir atenciones. Fue lindo aprender cosas, dentro de ceremonia y fuera de la misma. Fue lindo sentirme en casa lejos de casa, pero realmente continuando en esta gran casa redonda y de colores que gira siempre alrededor de una estrella. Siento mucha gratitud, a ustedes, a la pacha, a la vida, al camino. GRACIAS A TODOS Y CADA UNO DE USTEDES.


Foto: Marcela Orrego

Juan Camilo
Pocos minutos después de tomar la Wachuma comencé a sentir una leve sensación de sueño, en este confuso estado percibí lentamente como mis pensamientos se estaban articulando de forma diferente, se ensamblaban como si fuesen pensamientos oníricos, es decir, mi mente hacía relaciones arbitrarias entre ideas pero de forma más potente, abarcadora y afanada, lo cual poco a poco me estaba mareando. Me embargó entonces una fuerte sensación de placer, pero este era profundamente incómodo y desesperante porque mi cuerpo estaba demasiado sensible ante los amplios estímulos del lugar. Tuve que concentrarme detalladamente en la música, los instrumentos y los cantos para poder sobrellevar tal malestar, en ese instante este desbordante placer se tornó en uno gratificante y moderado que empecé a disfrutar. Ahora,  en un cómodo estado de sinestesia, mi cuerpo se deleitaba tranquilamente con los sonidos que proyectaban en mi interior un estado emocional, la flauta doble de Carlo sonaba “deliciosa”, los cantos colectivos me hacían sonreír y revolcarme suavemente contra el suelo del placer, percibía con mis dedos al tocar el charango que sus cuerdas eran sumamente suaves. Me sentía en paz con los demás y conmigo mismo, pensaba que este era un espacio creativo para celebrar la vida, por lo que estaba sumamente agradecido por estar allí compartiendo la alegría de la música y la enriquecedora experiencia de cultivar los sentidos.





Gratitud eterna por tan bello, profundo y sanador compartir.

En amor, siempre en amor…





lunes, 28 de septiembre de 2015

Re/sintiendo el territorio y sus elementales: caminando a la cascada.


El sábado 14 de febrero, nos encontramos unos cuantos en Morrogacho, territorio montañoso y de múltiples verdes para compartir de sonrisas y hacer visible la presencia de los elementales, los cuales desde el inicio estuvieron siempre presente, en nuestro camino, agua, fuego, tierra, aire.
La mañana nublada, nos invade a todos de una espesa capa de agua que flota sobre la atmósfera,  el aire que respiramos es húmedo y frío, se pueden sentir en la inhalación y la exhalación, la oxigenación fresca y limpia que recorre nuestros pulmones  pues tenemos la gran complacencia de estar recibiendo el oxígeno recién sale de las verdes plantas.
El sol nos acompaña vestido de nubes aguadas y la luna menguante presente con su energía tranquila; la savia, la sangre de las plantas, la sangre de los animales,  la savia de la vida, de la  tierra y nuestra sangre  experimentan el flujo decreciente de la luna menguante. Nuestros cuerpos, el cuerpo de la madre, el cuerpo cósmico experimentan un tiempo de desprendimiento, de dejar todo lo que fue acumulando durante las etapas en las que la luna se llena de luz.
Así, en tiempo menguante, de dejar ir, nuestros cuerpos en compañía de toda la existencia comienzan a prepararse para purificar y limpiar nuestros organismos, por ello, el descenso a la cascada y nuevamente el ascenso a la montaña son la oportunidad perfecta para hacer uso de nuestras energías y renovarlas con la caminata, el esfuerzo físico y el sudor del cuerpo  y de los millones de seres galácticos que habitan el circulo sin fin de la vida.
Al encuentro con la cascada: damos inicio por un estrecho camino, nos adentramos a una nueva visión y sensación, de repente, el estrecho camino nos lleva a lo alto de una montaña, en la que se manifiesta la vida latente en mil expresiones olorificas de hierbas e insectos que coquetean felizmente con nuestros olfatos y narices para sumirnos en la nueva escucha y conexión con la montaña y el territorio. La fiesta se hace cada vez más fuerte y alegre y se llega el momento de compartir las medicinas, de disponer de nuestros pensamientos, ordenarlos al son de las plantas, del rape, del tabaco, del cannabis.
Descendemos compartiendo la palabra, la sonrisa, pasados uno 15 minutos varias ancestrales montañas hacen presencia con sus mágicas apariencias  gigantescas y coloridos verdes húmedos que alegran nuestras miradas con tanta multiplicidad de forma y existencia. Después de un rato hemos llegado al valle de rocas, por entre las cuales el agua fluye ligera y cristalina acompañada de sabios arboles de gran altura y espesor; altos ancestros que muy seguramente poseen un conocimiento acumulado de ese pequeño territorio, sabios y testigos de lunas, noches, estrellas fugaces, brillantes, lluvias, terremotos, el nacimiento de la vida, un espacio que se manifiesta como átomo y universo a la vez.
Caminando entre rocas, plantas, agua, humedad, sonidos y colores, nos encontramos la cascada y los viajeros que vienen a sumergir en el centro del vientre lluvioso sus cuerpos están dispuestos a dejar ir en compañía del agua y la existencia en este sábado de menguante.
La caída en vértigo del líquido vital, agua presente en todo el cosmos es de unos 8 metros, nos recibe con lluvia de cantos y sonidos  que golpean fuertemente en los tambores de piedras, los insectos acompañan el coro y las plantas danzan al ritmo de la espontaneidad y la vida. 
En seguida, el elemental del fuego hace su majestuosa aparición gracias a las manos laboriosas y creativas de los asistentes que disponen sus energías al llamado de trazos de madera para que el gran abuelo tenga espacio en la celebración de la vida y el amor. Dispuestos en círculo, ritualizamos el territorio, reconociendo y siendo conscientes de la vida que allí habita, saludamos a los seres que residen cotidianamente ese átomo/universo, saludamos al sol y los elementales. Somos conscientes,  a través del ritual, de los demás seres que pueblan el mundo y la vida, ser conscientes para habitar con respeto y amor la casa que es nuestra y de todos los seres,  para encaminar y orientar nuestro pensamiento en el que entendamos su lógica relacional, en el que entendemos que no solo los humanos habitamos el cosmos, que también la vida se encuentra siempre cohabitando en nuestra aldea global/ universal manifiesta en múltiples formas, y sentires.
La fiesta se aviva ahora con el compartir de cantos a la vida, al amor y la unidad, Las medicinas siempre presentes guiando nuestro tejer en la palabra, y el pensamiento.  Intercambiamos sanaciones, alimentos, respiros y suspiros, vamos preparando el templo corporal y el cuerpo del territorio para adentrarnos en el vientre  frío de las aguas de la cascada. Vamos ingresando algunos al líquido amniótico del agua, la corriente energética sube desde nuestros pies a la cabeza,  guiamos nuestro paso hacia la cueva, el útero de rocas que el agua ha estado construyendo laboriosamente durante cientos de años. Allí, con toda la fuerza  con que cae el fluido transparente, vamos dejando ir  excesos, con la fuerza del agua, sintiéndola caer por nuestros rostros y cabezas  vamos dando fuerza a nuestras almas y corazones.
Otros viajeros han decidido, dejar ir en guía del fuego, arrastrando a través del humo que se esparce por entre la vida verde, azul, transparente multicolor lo que en sus cuerpos no desean que este.



Fuimos, Somos seres que confluyen en energía decreciente. Juntos, seres humanos,  agua,  tierra, aire y  fuego, en conexión y conciencia de existencia, nos reunimos en círculo para soltar y devolver el exceso de energías, el exceso de luz, para iniciar la nueva luz.
Este recorrido, nos acerca a la sabiduría, al otro conocimiento, en el que escuchamos y leemos también el territorio, en el que el agua, la luna, las nubes, los colores, los cantos, la voz, la risa, el fuego, nos enseñan como caminar la esfera de la tierra, como habitar el mundo externo y como habitar nuestros mundos, caminos y visones internas. Escuchar la madre, hacerla presente, escuchar su grito, su voz, su melodía, dejar por momentos el egoísmo de escuchar exclusivamente nuestros deseos materiales, sumidos en el mundo del cemento, Volver a sentir profundo como un niño frente a dios, diría violeta parra.




Así, con la hermosa visita al útero y al interior del líquido amniótico del agua, renacemos, nos preparamos para la nueva fase, preparamos nuestros conciencias, saberes, cuerpos y corazones para la llegada el 21 de marzo del equinoccio de primavera, abriéndolo la super luna en perigeo, punto en que la luna se encuentra más cera de la tierra; las tres, tierra, luna y sol alineadas para danzar juntas en el eclipse total de sol.

viernes, 13 de marzo de 2015

Ceremonia de agradecimiento a la Madre Territorio y Willka Simi


Eran las 4 de la mañana cuando comenzamos a reunirnos en el barrio la Francia de Manizales para iniciar el viaje en el “honguito viajero” rumbo a Río sucio, Caldas, en donde realizaríamos una ceremonia de agradecimiento a la Madre Territorio y Willka Simi o rezo sagrado al niño- niña interior.

Al llegar al territorio de la comunidad Embera Chami nos recibió el Apu Ingrumá, cerro sagrado cuna de espíritus y lugar donde habita el Poder. Llegamos aproximadamente a las 7 de la mañana, con bastante apetito, así que nos dirigimos a la galería a desayunar para recargar energías e iniciar labores; al momento de salir de allí con fuerzas renovadas, fuimos al centro de Capacitación donde haríamos nuestra intervención. 

Las personas muy amables nos acogieron y nos colaboraron en el diseño del mándala, también consiguiendo leña para el fuego, su disposición y diligencia nos hacía sentir como en casa.

Siendo las 9:30 a.m comenzaron a acercarse al mandala ya terminado, niños, adultos y jóvenes de la comunidad, aproximadamente 70 personas se permitieron un espacio para ofrendar y agradecer al Gran Espíritu Padre y Madre, y ayudaron a convocar a los Apu qollana o seres sagrados, conocidos en occidente como el agua, el fuego, los animales de poder, las montañas, entre otros. 





Este acto de ofrendar, de agradecer y pedir perdón es conocido por los ancestros como Pagamento, término empleado por comunidades indígenas Yanakunas del Macizo colombiano y arhuacas de la Sierra Nevada; el pagamento es un acto de retribución, de ofrendar y agradecer al Gran Espíritu y a la Pacha mamma por la Vida que nos ofrecen, el alimento y el sustento fruto del amor que nos guardan. 
En el pensamiento – educación occidental realizamos pagos, a otras personas o entidades para que nos suministren el agua, el fuego y la tierra donde vivimos, olvidándonos del Espíritu que estos contienen, occidente no enseñó a cosificarlos, despojándolos de su trascendencia como ancestros y maestros del ser humano.



















dirigirnos en su búsqueda permite reconocer y revivir experiencias, sensaciones y evocaciones guardadas en nuestras memorias.

La memoria de la niñez está presente a lo largo de la vida tanto como ejercicio mental, pero además como vivencia emocional, corporal y espiritual. Cada persona lleva dentro a un niño o niña, que está vivo, lleno de energía, es creativo y conforma su yo auténtico. Las antiguas tradiciones ancestrales nos enseñan que el Ajayo o niño interior es un ser que se ubica energéticamente debajo del ombligo, y que su poder es tan inmenso que es el encargado de atraer o convocar a nuestras vidas todo aquello que necesitamos y deseamos. Pero este ser generalmente siente dolor y tristeza por todas las circunstancias que ha debido pasar en este mundo. Por esto el rezo o willka simi devuelve equilibrio y armonía a todas las relaciones, incluyendo nuestra relación con el niño interior o ajayo, este rezo debe ir acompañado de la intención propia de los chamanes, pues las palabras por si solas no sirven si no van dirigidas por la energía que evocan: “Perdón, lo siento, te amo y gracias” .
La ceremonia finalizó con cantos, el compartir de palabra y cerrando el círculo o coricancha, espacio en donde se evocan las energías sagradas, que son el puente entre el kay pacha y el Hanan Pacha, el mundo material y el mundo espiritual. 
Aho!! mitakuye oyasin







martes, 3 de marzo de 2015

Iniciación en Cantos Chamanicos

El día sábado 21 de febrero nos reunimos alrededor de 30 personas en el Ecoparque los Alcazares de la ciudad de Manizales, con la intención de descubrir diferentes sonidos ancestrales llamados Cantos Chamanicos. Al incursionar en esta búsqueda logramos modificar la conciencia e iniciamos un cambio perceptivo importante  que indudablemente permite  transformar la forma de ver e interpretar el mundo. De esta manera, la sensibilidad aflora y la percepción se agudiza, permitiendo  abrirnos hacia campos sensoriales desconocidos, donde el  tiempo y el espacio se construyen desde otras realidades. 
A continuación realizaré una breve descripción del ritual enfocándome en mi propia experiencia de búsqueda del canto chamanico.





El ritual  logró liberar  expresiones de nuestro indio interno, así como también el despertar de la memoria ancestral que proviene de nuestros abuelos y abuelas. El canto, el baile y el ritual  son habituales en los pueblos antiguos, con ellos se buscan sanar heridas  que se han abierto por diferentes circunstancias de la vida. Es en este punto donde la intención y la disposición del cuerpo y el espíritu juegan un papel vital. Por medio de ellos la energía se enfoca y se dirige correctamente hacía el  lugar  que queremos sanar. La intención permite además  trascender el plano habitual, de esta forma, logramos percibir energías que vagan por el espacio. Cuando entramos en un estado modificado de conciencia, se transforma la forma de percibir, cuando esto ocurre se amplía la percepción e iniciamos un viaje hacia nosotros mismos, acompañados siempre de la energía que irradian los espíritus ancestrales a quienes convocamos. 
 A partir de lo anterior cada uno de nosotros inició la búsqueda de su voz chamanica, liberándonos de preceptos, palabras y pensamientos, dejando que todo fluya hacia lo indescriptible y lo desconocido, de esta forma,  los sonidos se liberan lentamente hasta lograr el éxtasis colectivo, todos danzamos y cantamos al ritmo de los tambores, maracas, sonajeros y diversidad de instrumentos musicales.






Pienso que uno de los elementos significativos para lograr hallar el canto chamanico es sin duda el vendarse los ojos.  Al impedir la mirada hacia afuera, nos enfocamos en mirar hacia el interior y es en este instante cuando comprendemos que el sonido emerge de cada célula del cuerpo, de  cada conexión sináptica, de cada movimiento, de cada suspiro.

Para finalizar agradezco a todos los integrantes del semillero, participantes y especialmente a Clara Inés Bedoya que con todo su amor nos abrió una puerta hacia mundos desconocidos, donde solo existen la luz y una gran fuerza de sanación.